La platina calentada ayuda a mantener una temperatura constante en la superficie de impresión, lo que permite una adhesión óptima entre el filamento y la platina. Esto ayuda a evitar la deformación de la pieza durante la impresión, así como errores relacionados con la adhesión del filamento.
La placa calefactora suele estar equipada con un sistema de regulación de temperatura que permite controlar la temperatura con precisión. Esto permite a los usuarios seleccionar la temperatura ideal según el tipo de filamento utilizado y la configuración de impresión deseada.